
El clima otoñal es todavía templado y a veces, casi cálido haciendo del golf una experiencia para todos los sentidos. Los golfistas pueden seguir deleitándose del juego, del paseo, del aire libre, de la naturaleza y de la compañía de amigos y/o familiares. No sólo de los compañeros de partido, si se observa con atención se pueden ver ardillas, conejos, patos azulones y más sorpresas del mundo animal. Un avistamiento perfecto de reptiles, aves y pequeños mamíferos.
Los días todavía son largos, hasta las 8 de la tarde hay luz, una luz preciosa, por cierto. Y para soslayo de los madrileños, La Comunidad de Madrid cuenta con 34 clubes con campo que se dividen en instalaciones de carácter privado, públicos, mixtos, militares y rústicos, además de numerosas canchas de prácticas abiertas de par en par a todo aquel que quiera descubrir los múltiples beneficios para la salud, alicientes deportivos y valores que ofrece el golf.
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Texto y foto: Gabinete de Comunicación de la Federación Madrileña de Golf.